El gobierno de Singapur ha
presentado un estudio de población en Singapur. Esta isla al igual que
cualquier otra nación en desarrollo se enfrenta a las difíciles decisiones en inmigración
y en trabajadores extranjeros. La población de Singapur envejece con una tasa
de fertilidad de solo 1,3 % lo que ha puesto en riesgo el sistema de seguridad
social. La inflación de 2012 fue de 4,6% y en 2012 se demostró un crecimiento
muy bajo. En tres años solo se ha crecido 1,2%.
La solución del gobierno pasaba
por dejar la puerta abierta a cualquier trabajador extranjero. Después de
muchos debates este estudio ha pasado la prueba de fuego y ha salido a la luz. Sin
embargo el juego aún no ha acabado. Singapur se ha manifestado por primera vez
en años en contra de más trabajadores extranjeros. Los singapureños culpan a
los extranjeros del incremento del nivel de vida y del precio de la propiedad.
De acuerdo con la investigación producida por the Economist, Singapur es la
tercera ciudad más cara del mundo y más cara de Asia.
El número de permisos de trabajos
que se han concedido ha disminuido como medida del gobierno para calmar la situación.
Las nuevas medidas son por ejemplo de impuestos por contratar a un trabajador
extranjero de 650 dólares de Singapur o 550 dólares por el servicio industrial
o los 500 dólares en la empresa de manufactura. También se ha implantado una restricción de los
trabajadores extranjeros de 7,1 para la construcción,
1,5 para la industria de manufactura y 0.8 para la industria.
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